Recuerdo
cuando era pequeña y llegaban esas fechas especiales en las que los pequeños
son los protagonistas y se les cubre de regalos (navidades, cumpleaños...)
Recuerdo que
mis padres se desvivían por darme lo que ellos no tuvieron, y al verme rodeada
de mis nuevos juguetes mi padre recordaba sus humildes regalos, como unos
lápices de colores y se asombraba de como habían cambiado los tiempos.
Siempre
decían suspirando aquello de:
-Es que
tienen demasiado.
La vida
sigue y los tiempos continúan cambiando.
Hoy soy yo
la que alucino con el nivel de los regalos de los niños y comprendo las
palabras de mi padre.
Si bien es
cierto que el estado de bienestar nos permite disfrutar de muchas más cosas,
también nos ha quitado algo tan humano como la capacidad de la ilusión.
Yo tengo una
teoría: las cosas que se consiguen con esfuerzo se disfrutan más, porque las
luchas y las esperas durante tanto tiempo, que, al conseguirlas las exprimes al
máximo. No solo sabes cuánto cuesta ganarlo, sino que puedes sentirte orgulloso
de haberlo conseguido.
Creo que es
un gran valor que debemos transmitir entre generaciones, porque si dejamos que
los niños ignoren el valor de las cosas y del esfuerzo, creamos pequeños
monstruitos caprichosos que se frustran ante la menor dificultad.
Obviamente
el caso del que os hablo hoy no deja de ser extremo, pero me ha hecho
reflexionar:

El periódico, que cita al portavoz de la Policía, explicó que el menor, al darse cuenta de que su padre no le había traído la consola, tomó la pistola de su progenitor y le disparó.
El niño aprovechó el momento en que su padre dejó el arma sobre una mesa para ir a cambiarse de ropa.
¡Jope con el
niño, como para castigarle sin postre!
Insisto, es
un caso extremo y aislado, pero ¿hasta qué punto nos estamos volviendo esclavos
del consumo? ¿No es cierto que no imaginamos nuestras vidas sin móviles de
última generación o las botas de moda? Nos hemos vuelto incapaces de aceptar un
NO, cuando sencillamente no se puede tener todo?
Pues parece
ser que cada día más, os cuento otro caso de un jovencito, (en este caso
adolescente de 17 años), que incapaz de contener su inmediato afán consumista
ha elegido una solución bastante absurda:
El chico en cuestión vendió en abril un riñón
para comprar un iPad y un iPhone. Sólo tuvo que ir a Internet y poner un
anuncio.
Espero que no tenga caprichos de este calibre con
demasiada frecuencia, porque si no, ¡este pobre chico no cumple los 30!
En cualquier caso, está claro que cada día estamos más
enganchados a nuestros bienes materiales y andamos un poco despistados incluso
descuidando cosas más importantes.
Y vosotros, que opináis?
A ver, matices por mi parte.
ResponderEliminarEn el caso del niño saudí hay que tener en cuenta ¿Como se dejo el padre la pistola encima de la mesa? ¿Como coño sabia el niño disparar la pistola? ¿la dejo sin seguro o el niño sabia quitarlo? Porque el daño es poco, se murió el padre por anormal, pero podía haber muerto el niño.
Además es muy difícil apuntar con una pistola, pesan mucho y tienen retroceso, es un milagro que el niño acertase a disparar al padre, y más aún en un punto letal.
En cuanto al chino del riñon, si te llama tanto la atención es porque no has tenido un Iphone o un Ipad, yo le entiendo perfectamente.
La noticia no da mucha información respecto a la cuestión del arma. Parece ser que el padre descuidó un momento la pistola en la mesa mientras se cambiaba de ropa. En cuanto al tema del peso y seguro etc, soy una absoluta ignorante del mundo de las armas (paz, tío), pero supongo yo que las habrá más grandes y pesadas y más pequeñas y ligeras, y seguramente la de este señor era de las segundas puesto que al parecer la llevaba encima habitualmente.
ResponderEliminarEn cuanto al chino, tu tienes un Ipad, como lo has conseguido? Trabajando y ahorrando. No podía este chico hacer lo mismo para pagarse uno? Esta vía, aunque mucho más corta, es la más inteligente? Yo diría q no...
Hemos pasado del: "quiero eso", al "cómprame eso, o..." Con la relación hijos-padres, está suciendiendo lo mismo que bancos-gobiernos; son los primeros los que organizan y mandan a los segundos, el mundo al revés :s
ResponderEliminar¡¡Ya somos!! esclavos de una sociedad que nos empuja a ser propietarios a toda costa, cueste lo que cueste, y con una facilidad tremenda (ya esto cambió), para acudir al banco y pedir un préstamo en el caso de la gran mayoría.
Los niños no son tontos, y si ven como papa y mamá gastan, por derecho, tiene que haber para ellos y sus caprichos, este es el problema.
Lo alucinante del tema, es que hemos tirado por el water, aquello que nuestros padres nos enseñaron: todo esfuerzo, tarde o temprano, tiene su recompensa; y no hijo no, el dinero no crece en los árboles.
Estamos metidos en un buen lío, del que sólo nosotros podemos salir, si seguimos así, esto se va a la mierda, y dejaremos una herencia con nombre de DEUDA a las futuras generaciones, acojonante.
De los casos que cuentas: el des-riñonado, ya le daba yo dos yoyas bien dadas; el nene de 4 años, este caso es más complicado y flipo...
Recordad aquel refrán de "Quién siembra vientos recoge tempestades". Ahí estamos, sembrando desde los 80, y ya, ya nos tocaba recolectar los frutos podridos. Pero repito, nosotros tenemos la llave para darle la vuelta a esto.
En mi opinión, es verdad que tienen demasiados regalos, y que luego no saben ni con cuál jugar, porque tienen tantos, que a ninguno le prestan atención. Tan pronto juegan con un regalo, que al rato ya no lo quieren, y pretender conseguir otro que han visto en el anuncio de la tv...
ResponderEliminarEs lo que nos venden y lo que nos dejamos vender. Porque los padres tienen tanta culpa como lo pueda tener la sociedad en la que vivimos.
Pero si el chico sabía manejar un arma, es porque alguien le habría enseñado, seguramente el padre, que era el que tenía el arma. O sea que aquí hay buena culpa de los padres, bueno y del niño que no quería a su padre na más que muerto..
Y desde luego, es alucinante, el quitarse un riñón para comprarse un ipad. Este chico, saldrá a finales de año en las noticias otra vez, en cuanto salga el nuevo ipad 2. En este caso, seguro que le toca quitarse un pulmón.
ric.